Soy Quintana Bernal
Artista contemporáneo sudamericano. Pinto desde hace más de dos décadas, explorando el cubismo, la abstracción y el expresionismo como lenguajes para revelar lo que las palabras callan.
Con exposiciones en México, Brasil, Guatemala, Argentina, Chile y ventas de obras en América y Europa.
Pinto porque creo que la humanidad necesita el arte para subsistir. Mi intención es provocar conciencia, transformar mentalidades y recordar que, incluso en el caos, existe belleza y verdad.
Un poco más de Mí
Entre el caos y la forma, yo existo. Mi nombre es Quintana Bernal, un artista contemporáneo que desde las entrañas de Sudamérica transforma la pintura en un lenguaje vivo. No concibo el arte como un simple oficio, sino como una necesidad vital: cada trazo que deposito sobre el lienzo es un latido que exige ser escuchado.
Vengo de una tierra marcada por la intensidad, donde la historia y las emociones se mezclan en un mosaico cultural inagotable. Desde muy joven descubrí que el óleo y las formas abstractas podían decir lo que las palabras callaban. Pinto desde hace más de dos décadas, y cada etapa de mi vida ha dejado huellas visibles en mis obras: de los bodegones íntimos a las multitudes cubistas que reflejan los fragmentos de la sociedad.
Mi arte nace de la convicción de que la pintura no es adorno, sino revelación. Cada composición que creo busca desnudar una verdad interior y social. A través de la geometría fragmentada, del color vibrante y de las formas en tensión, construyo universos donde la humanidad se ve reflejada en sus contradicciones más profundas.
En mi trayectoria artística he desarrollado un estilo personal que dialoga con el cubismo, el expresionismo y la abstracción contemporánea, pero que no imita a nadie: lo reinventa. Mis obras son territorios donde el espectador se enfrenta a sí mismo, como si cada figura fragmentada fuese un espejo roto en el que late la verdad de lo humano.
La intención de mi arte es provocar. No busco ofrecer calma ni complacencia: busco despertar. En cada cuadro hay una incomodidad poética, un recordatorio de que la sociedad se desmorona cuando olvida su necesidad de belleza y sentido. El arte, en mi visión, no es entretenimiento: es un arma de conciencia.
Pintar para mí es un acto de resistencia. Una forma de decirle al mundo que todavía existe algo que no puede ser consumido ni medido: la emoción. Mi obra es un llamado a sentir, a mirar más allá de la superficie, a escuchar las voces que se esconden en las formas y los colores.
Quiero que mi trabajo repercuta en las mantalidades humanas . Que al contemplar mis cuadros, alguien se atreva a cuestionar lo que creía inamovible, a transformar su percepción de la sociedad, a reconocerse en lo fragmentado y descubrir que aún en la ruptura hay unidad posible.
Mi objetivo como artista es expandir este mensaje más allá de fronteras. Que mis obras viajen, dialoguen, provoquen, inspiren. Que la pintura se convierta en un lenguaje universal capaz de tocar conciencias en cualquier rincón del mundo.
En el estudio, frente al lienzo, me encuentro con mi verdad más pura. Allí, entre pinceles, pigmentos y silencios, construyo un puente entre lo íntimo y lo colectivo. Porque sé que el arte que nace del corazón humano tiene la capacidad de transformar no solo a quien lo crea, sino también a quien lo contempla.
Soy Quintana Bernal, y mi arte existe para recordar que la sociedad no sobrevive sin belleza, sin preguntas, sin rebeldía. Pinto porque la pintura es mi forma de existir y de resistir. Pinto porque el mundo lo necesita.
